LA RANA MARTA
Había una vez, en un parque del centro de Sevilla, una rana llamada Marta, que no sabía saltar. Pero un día, a Marta se le ocurrio una idea, pedir ayuda a sus amigos: Paco, Pablo y Patricio. Paco le propuso:-¿Por qué no te pones muelles en los pies?
Marta lo probó pero salió disparada y al aterrizar le dijo:
-Paco, no ha funcionado, lo siento.
Entonces Pablo le dijo:
-¿Y por qué no llamamos a un médico que te ayude a saltar?
Y, por todo el parque, buscaron al mejor médico y encontraron uno, un gato, que le dijo:
-A esta rana lo que le pasa es que no tiene suficiente fuerza en la patas y por eso le daré 3 tipos de vitaminas para que se ponga fuerte.
Marta se tomó lo que le dijo el doctor pero no notó diferencia. Por último el pequeño Patricio le dijo:
-¿Y por qué no pruebas a confiar en ti?
-¡PERO QUÉ ESTÁS DICIENDO!-contestaron todos a la vez.
Marta no estaba muy convencida de lo que pensaban los demás así que esa misma noche se puso encima de un nenúfar del estanque más cercano y pensó:
-Solo tengo que confiar en mí misma.
Marta cerró los ojos y...¡SALTÓ! Cuando abrió los ojos vio que ya estaba encima del otro nenúfar. A la mañana siguiente se lo contó a sus amigos y a partir de ahí se echó más cuenta a el pequeño Patricio, y Marta ya supo que para conseguir lo que se pretende se debe confiar en uno mismo.
1 comentario:
Muy bonito Marta, y muy bien escrito con los signos de puntuación adecuados. ¡Enhorabuena!
Publicar un comentario