
Hola, mi nombre es Ana María pero podéis llamarme Ana solamente. Soy muy avariciosa, caprichosa y egoista según todos pero a mí eso no me importa, me importa que soy preciosa.
Bueno lo que yo os quería contar es la historia más espectacular y mágica de todo el mundo.
Todo empezó la noche de Nochebuena, me metí en la cama y nada más meterme ya quería que fuera 25 de diciembre, quería que fuera Navidad y poder abrir los regalos que me hubiera traído Papá Noel.
Se hizo de de día y como es normal todos mis familiares se levantaron. Yo me levanté al escuchar a todos abrir los regalos... gritaban:
-¡ME ENCANTA! ¡ES LO QUE YO QUERÍA! ¡GENIAL!
Me fui a levantar pero no podía es como si estuviera pegada a las sábanas pero ¿por qué?, ¿por qué a mí?. Se me ocurrió gritar a mi madre para que me sacara de allí. Mi madre vino corriendo pero cuando entró no me vió. Mi madre al extrañarse llamó a mi padre para que le dijera algo pero ni mi padre ni mi madre ni mis hermanos me veían. Entonces apareció un espíritu delante mía y me dijo:
-Ana, ¿ por qué eres así?
-¿Cómo sabes mi nombre y cómo se supone que tengo que ser?-Contesté.
-Pues porque soy tu espíritu asignado.
-¿Mi qué?Mira no entiendo nada de lo que dices, no sé quién eres ni qué tienes que ver conmigo pero lo único que quiero es abrir mis regalos así que si te importa ¿me puedes despegar de estas sábanas?.
-Es que estás pegada a esas sábanas por lo que tu más quieres, los regalos. Si fueras más buena persona no estarías ahí pegada y tu familia te vería.
Me quede ahí, sola y pegada en mi sábana desde por la mañana y quien sabe a lo mejor me quedaría ahí toda la vida y solo por la estupidez de que no comparto con lo demás.
No me iba a quedar ahí pegada porque me llamo Ana María Andreidesco, y entonces intenté escapar y..¡LO CONSEGUÍ! pero todos seguían sin escucharme. Da igual, fui a por los regalos pero por mucho que los intentaba abrir no lo conseguía. Lo curioso fue que los atravesaba. ¡ERA UN FANTASMA COMO AQUÉL NIÑO! En ese momento salí a la calle, pensé que por lo menos podía oir a los niños jugar, reíry abrir sus regalos en sus casas.
La primera casa que visité era de una familia rica, había una niña que estaba abriendo regalos y al abrirlos no le daba ninguna sorpresa porque sabía que siempre se iba a aburrir. La segunda casa que visité fue la de una niña que no era ni rica ni pobre. Cuando abría los regalos le daba una sorpresa increíble pero nada más jugar un poco con ellos se cansó y se aburrió. La tercera casa que visité era la de una niña que no tenía ni para comer pero parecía la más feliz de todas las niñas del mundo. Abrió su única y pequeñísima sorpresa pero cuando lo abrió se dio una sorpresa impresionante. Era...una pelota de goma chiquitita. La niña gritaba:
-¡Pero que sorpresa más grande!, no me lo imaginaba ¡UNA PELOTA! Lo que siempre había querido.
En cambio yo pensé:
-Una pelota ¡JA, JA, JA! No me puedo creer que con eso sea feliz ¡JA, JA,JA!
De repente apareció aquél espiritu y le dijo:
-Yo que tú no me reiría por que si tu en tu vida normal tuvieras una pelota y fueses feliz no serías un espiritu.
-Pero ¿cómo puedo volver a ser una niña normal?
-Bueno yo puedo retroceder en el tiempo y hacer que empiece el 25 de diciembre si tú me prometes que no volverás a ser avariciosa.
-Te lo prometo pero haz que vuelva a ser un niña normal.
1......2......3......¡POOM! *Se vuelve al momento en el que la niña se va a levantar y ella se había olvidado de todo.
Se hizo de de día y como es normal todos mis familiares se levantaron. Yo me levanté al escuchar a todos abrir los regalos pero no me levanté corriendo para abrir los regalos, es que no sé, es como si tuviera un extraño pensamiento de que no debería ir a abrir los regalos, sino a pasar unas Navidades con mi familia.